Minuto
ochentaicinco en el Santiago Bernabeu,
el Real Madrid despedaza al débil Valladolid por tres goles a cero. El Bernabeu
es una fiesta, Gareth Bale, el último gran fichaje del Real Madrid, viene
haciendo un partido extraordinario metiendo dos de los tres goles y asistiendo
uno para Karim Benzema. El técnico del conjunto albivioleta Juan Ignacio, grita
a sus jugadores desesperado. Se puede sentir su angustia con solo mirarlo a los
ojos. Él mira su reloj y decide realizar el último cambio del partido. Sale
Lluis Sastre e ingresa el colombiano Humberto Osorio para intentar cambiar la
historia del partido. Pero al final, ingresa sólo para presenciar la
consagración de Gareth Bale y su triplete. Ingresa sólo para escuchar al
Bernabeu rugir. Ingresa solo para ser parte de una fría estadística. Ingresa sólo
para escribir y ser parte de la historia, una de lucha, constancia y mucho
trabajo, la historia de su vida.
¿Cómo
es qué un jugador que hace un par de años estuvo en un equipo chico de la liga
peruana esta ahora jugando frente a Real Madrid en su estadio?
Humberto
Osorio Botello nace en Valledupar en Colombia el 24 de junio de 1988. Él afirma
que desde pequeño quiso ser futbolista profesional., y lo logró. Debuto en
América de Cali en el 2006 y a partir de ese momento se inició su etapa
como profesional. No siempre le fue bien, al inicio de su carrera deportiva,
Humberto tuvo que pagar derecho de piso. Debido a sus condiciones fue cedido al
Estudiantes de Mérida de Venezuela. Nunca pudo adaptarse y regresó a su país a
jugar en un equipo de segunda división. Esto no lo amilano, nunca perdió la fe
ni mucho menos la ilusión. En el Atlético Bucaramanga logra meter once dianas y
así convertirse en el máximo artillero del torneo apertura. Gracias a esto es
fichado por el Deportivo Cúcuta, también de Colombia, pero no fue tomado muy en
cuenta por su técnico, así que lo dejaron libre. Fue ahí donde tuvo la segunda
oportunidad de jugar en el exterior. Cogió sus maletas llenas de goles y llegó
a nuestro país: Perú, para ponerse la casaquilla de un equipo chico de
provincia, llegó para ser el goleador del Inti gas.
Con solo 23 años Humberto
vuelve a mostrar sus condiciones, pero esta vez en nuestro alicaído balompié
nacional. Logra marcar 15 goles en 24 partidos, una cifra que lo convirtió en
el goleador de su equipo y en una de las figuras de la liga nacional.
Envalentonado por lo conseguido Humberto empieza a aspirar a más y al final de
la temporada logra desligarse del club ayacuchano para migrar a un mejor club.
Así que su destino fue Millonarios, un club grande de Colombia.
Solo
le basto una temporada y 24 partidos para anotar 15 goles en Millonarios. Tenía
a la hinchada en el bolsillo y la atención de su país. A pesar de lograr esta impresionante
cifra, la directiva vio conveniente no renovarle el contrato. Sale por la
puerta falsa y una vez más decide migrar para buscar una mejoría, una que
llegaría en la liga Argentina. En Argentina a pesar de que su rendimiento fue
excelente, inclusive anotando un triplete al poderoso Boca Juniors de Carlos
Bianchi, su equipo desciende a segunda división, producto de muchos factores,
pero entre ellos no estaba Osorio. Fue en ese momento donde nace el interés del
Real Valladolid por el delantero colombiano. El equipo español estaba buscando
refuerzos para afrontar la liga y poder enfrentar con dignidad este torneo. Así
fue como cayó del cielo Osorio. Le dieron la casaquilla número 7, lo presentaron
como crack y le hicieron el mejor contrato de su vida: lo contrataron por 3 temporadas.
Ahora el Valladolid lo único que espera es que explote y con suerte venderlo a
un muy buen precio. No esperan que los saque campeón, ni mucho menos. Lo único
que importa es que el negocio sea rentable. Esto a Osorio no le importa, Osorio
lo suyo es jugar al fútbol.
"vídeo de la presentación de Osorio en el Valladolid"
Definido
como un delantero letal en el área, Humberto es la representación viva de que
nuestros sueños se pueden hacer realidad si es que uno le da la suficiente
importancia y relevancia en su vida. Humberto representa a todas esas personas
que deben migrar de su país para lograr la gloria. Junto a sus pies corren
miles de personas que al igual que él, esperan forjarse un camino hacia el
éxito personal y profesional. No importa de dónde vengas, solo importa quien
quieres ser y que es lo que estás haciendo para lograrlo.
Ver a Humberto entrando en el Bernabeu fue la
última prueba de la constancia de este hombre. Durante toda su vida no le
importó dejar a su familia, ni renunciar a su hogar y a sus amigos, lo único
que él tuvo en su mente fue un objetivo claro y conciso. La realidad puede
cambiar muy rápido si te lo propones, Humberto se lo propuso, trabajo duro y lo
logro.
No ha logrado ningún campeonato, es cierto. Ni siquiera es tomado en cuenta en la selección Colombiana, quienes disputaran el próximo año el mundial en Brasil, pero logró demostrarle a todo el mundo que no es necesario un golpe de suerte para alcanzar tus metas, que puedes empezar desde abajo y surgir. Logro demostrar que con determinación, hasta un jugador promedio como él puede llegar a la cúpula del fútbol mundial.
Espero
ver más casos como los de Osorio, pero no de nacionalidad colombiana sino
peruana y así la siguiente vez escribir acerca de compatriotas que lucharon y
que vencieron, pero sobre todo que lo hicieron.
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